domingo, 23 de abril de 2006

Primer Viaje a Colonia Union escuela

A fines de noviembre del 2005 elegimos una escuela rural de Formosa, con suma ansiedad llamé a la directora de la escuela (la Nº 287 que se llama "San José de Calasanz", ubicada en Colonia Unión Escuela), su nombre es Irma Cancino de Santillan. Una mujer increible!! En ese momento asistían a clases 84 chicos desde 4 a 16 años, ya que la escuela tiene jardín y EGB3. Las necesidades urgentes eran la alimentación, la ropa, calzado, utiles, medicamentos, en fin estaban necesitados de todo tipo de ayuda!!!Ante esto, a los 10 días les envíamos cajas con algo de cada cosa.
El contacto con la Sra. Irma era muy fluido, ellos nos manadaban cartas y nosotros los llamabamos por teléfono. Como soy sumamente ansiosa y esto de ser madrina de una escuela rural lo tomé y lo sigo tomando como algo muy serio y con mucha responsabilidad, es que para abril de 2006 viajamos a la escuela con mis padres. Después de casi dos días de viaje, hicimos la ante ultima parada en Palo Santo para tomar algo freco, el calor era insoportable y eso que estabamos amediados de abril!!!. Llamé a Irma para avisarle que ya estabamos más cerca y avisarle que teníamos que hacer una parada obligada en Comandante Fontana para acercarles un presente a la gente de gendarmería que tanto nos había ayudado con las cajas que recibían para la escuela.
Irma, su esposo Zenon y su hijo nos esperaron el cruce, pasando Fontana, porque si bien estabamos cerca faltaba un montón para llegar.
En la entrada de la ruta proncial, y dado que había comenzado a llover cargamos todas las cosas que llevabamos ropa, zapatillas, utiles, juguetes, pelotas de voley de futbol etc. en la camiontea de Irma porque en nuestro coche no llegaríamos ni a la esquina
Terminamos de cargar todo y comenzó a llover con muchas ganas, como dicen ellos ibamos "barreando". Supuestamente estabamos en una ruta provincial pero para mí era una calle más de tierra, con posasos, donde parecía que viviá gente adentro!! jajaja.
Por poco casi nos quedamos estancados en un zanjon pero por la habilidad de Zenón, que durante 25 años hizo el mismo recorrido ya que tambien era uno de los maestros de la escuela, pudimos llegar sanos y salvos.
En el viaje, Irma nos contaba que los chicos estaban ansiosos y desde muy temprano nos estaban esperando en la escuela, pero solo quedaban los que vivían cerca porque como empezó a llover muy fuerte aquellos niños que vivían a más de 8kms tuvieron que irse porque después de una lluvia intensa es dificil volver a casa o ir a cualquier lado.
Al ir llegando Zenon comenzó a tocar bocina a visandoles que ya estabamos muy cerca!!!
La emoción se acrecentaba y más que todo nuestra ansiedad.
Cuando llegamos nos esperó un cartel enorme dándome la bienvenida, para mí esto era algo inesperado.
Para los chicos, padres y maestros nuestra visita era muy importante ya nunca nadie les había dado una mano.
A mis padres y a mí se nos partió el corazón ver la realidad, chicos descalzos, mal vestidos, algunos muy flacos y altos y otros flaquitos y muy, muy bajitos para la edad que tenían.
La Colonia es una zona muy, muy pobre sin medios de comunicación, en medio del campo, sin agua potable, sin trabajo para los padres y por ende sin proyectos de futuro.
Comenzamos a bajar las cosas de la camioneta y los niños con mucho respeto solo miraban, ninguno atinó a tocar nada.Ese día entre todos habían organizado un almuerzo donde cada uno puso un poco y donde pasamos un momento muy gratificante!!
Para mi fue algo increible estar allí, con mis ahijados a quienes muchas veces imaginé desde Buenos Aires.
Me parecía algo tan cruel la diferencia con los chicos de la Capital y tan triste porque pensaba que oportunidades tendrían en el futuro, y ya sabía la respuesta... probablemente terminar como algunos de sus padres, trabajando en las cosechas del algodón, sufriendo calor, frio. Pensaba todo esto mientras los miraba ya que Irma me había contado que en los tiempos de cosecha hay deserción escolar ya que hasta los más chiquitos tienen que ayudar a sus padres para recolectar algodón, como este trabajo solo dura unos meses tienen que aprobecharlo al máximo, el pago es según lo recolectado.
Al pasar los días me convertí no solo en madrina, margina, mardina, magrina, como me llamaban ellos, sino que para mí lo más importante fue darles cariño, una mirada, una palabra, una sonriza. Jugamos muchos partidos de futbol mixto y lo mejor era jugar a la escondida donde participaban tambien los nenes de jardín y los hermanos.
Como nuestra llegada era algo tan esperado, venía gente, padres desde muy lejos para conocernos, allí aproveché para preguntarles las necesidades básicas, y que se estaba haciendo con la construcción enorme que "supuestamente " ya estaba terminada, y sobre los pedidos para que les den la luz.
Descubrí más tarde, que tener luz o agua potable era un lujo que casi ningún político estaba dispuesto a otorgar, cosa que me dió y me dá muchísima bronca e impotencia!!!
La gran construcción para dar agua potable fue un fracazo, me trajeron muestras del agua que al tirarla al piso quedaba una mancha blanca por los altos indices de sal!! Ni los chanchos querían tomar esa agua!! En resumidas cuentas un gastadero de plata en vano, donde la intendete de turno me dijo, "y.... hay que emprender una nueva obra para tener agua potable"... en fin... sin palabras..!!!
En mis ahijados existen altos indices de desnutrición y su consecuencia es el bajo rendimiento escolar por problemas de retraso, bajas defensas, anemia, problemas de parásitos por el agua no potable, pediculosis por la falta de agua!!
Conocimos a uno de nuestros ahijados, Christian (11 años), etaba en 2º grado, tiene serios problemas neurológicos ya que su mentalidad es de un niño mucho más chicos. Estuvo internado varias veces por desnutrición desde que era un bebe y eso se notaba mucho cuando les servíamos el mate cocido y galletitas dulces. Christian era el único que lo hacía con muchísima desesperación, eso fue producto de haber pasado mucha hambre, nos partía el alama. Mi papá le enseño que había muchas galletitas y mucho mate cocido y que tenía que comer despacio. Christian necesitaba mucho afecto, que lo mimaran, lo tuvieran en cuenta y sobre todo alguien que le hable. Allí las familias tienen muchos hijos por falta de información de educación sexual, falta de medicos.
Tambien conocimos a otro ahijado, Ezequiel (8 años). Eze tenía una infección muy grande en su espalda pero lo más importante era su problema de cadera, caminaba rengueando muchísimo. Los maestros y la directora nos contaron que no jugaba y que muchas veces no podía caminar o se quejaba de dolor de cadera.
Hicimos todo lo posible para que alguien nos acercara a la ruta, cosa que no fue facil porque solo unos pocos tienen camioneta. Lo llevamos al hospital de Ibarreta que está a 30 kms, para que le saquen unas radiografías y como no tenían médico fue necesario viajar otros 26 kms. para llegar hasta Villa General Güemes. Como el médico no estaba en el hospital lo tuvimos que ir a buscar a la casa. Después de mucho trámite y de mucho insistir logramos que al día siguiente lo fuera a buscar una ambulancia y lo internara en Formosa Capital.
La odisea no terminaba nunca, desde acá llamabamos a medio mundo para agilizar las cosas, ya habían pasado tres meses y en el Hospital no le habían hecho ni análisis de sangre y su medíco no quería que lo trasladaran a Bs. As.. En resumidas cuentas Trajimos a Ezequiel y a su papá al Garraham, allí lo operaron de la cadera, le pusieron una protesis.
La operación fue todo un exito!!!Lo dificil era lo que venía ya que Eze estuvo 4 meses acostado, no podía pararse, le habían puesto un yeso que le cubría desde el pecho hasta la punta del dedo gordo, bañarlo, lavarle la cabeza e ir al baño era todo un trámite.
Para nosotros todo este trabajo valió la pena, Ezequiel tenía 4 cms. de diferencia de una pierna a la otra y después de la operación 1,5 cms que se solucionó con una plantilla.
Después que le sacaron el yeso comenzamos a hacer rehabilitación caminado en la pileta del club cerca de casa. El tenía tanto miedo al principio porque nunca había visto tanta agua junta y solo para bañarse!!!, no lo podía entender!!
Los meses pasaron, festejamos juntos Navidad y Año Nuevo, vió a Papá Noel en un Shoping y después cuando nos visitó en la casa de mi mamá!!
Todo este sacrificio de mis padres, Mary y Sergio, de Julio, valió la pena y nos llena de satisfacción saber que pudimos cambiarle el futuro, los médicos nos decían que Ezequiel con el tiempo terminaría en silla de ruedas y lo veíamos depués de 9 meses caminando como cualquier chico, aprendió a andar en bicicleta y a correr, algo que nunca antes pudo hacer.
Creo mucho en el destino y más que todo cuando pienso que hubiera sido de Ezequiel si hubiera elegido otra escuela...Todo esfuerzo vale la pena para lograr un mejor futuro para estos niños.

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